Uno de los grandes avances de los vinos de La Mancha tuvo lugar durante el pasado siglo XIX. El desarrollo del ferrocarril supuso un ‘antes y un después’ para su progreso económico, así como la figura del Marqués de Mudela. Para conocer más, entrevistamos al historiador Víctor García.

El Marqués de Mudela y el ferrocarril, clave para el desarrollo de los vinos de La Mancha

Sin perder la esencia en sus raíces, es sabido, que hoy día, vino y tecnología caminan de la mano. Una relación muy especial que comenzó a forjarse durante el pasado siglo XIX, cuando el desarrollo del ferrocarril fue el catalizador económico del sector vitivinícola en La Mancha.

Aunque tardía e incompleta con respecto a sus vecinos europeos, la Revolución Industrial también supone una transformación de las estructuras vinícolas del sector manchego. El historiador especializado en el siglo XIX, José Ángel Gallego, cuenta que el ferrocarril y el vino «nos lleva a multiplicar la práctica totalidad de las poblaciones de La Mancha Central por tres y en algunos casos por cuatro y por cinco».

En La Mancha supuso una gran metamorfosis económica. El vocal de la DO La Mancha, Bienvenido Muñoz, cuenta que «el vino se lo vendían las bodegas por toda España y viajaban en vagones de ferrocarril». Supone el despegue económico de un sector donde el vino seguía estando presente de forma permanente en la sociedad manchega.

¿Quién fue y qué importancia tuvo para La Mancha?

Para conocer más detalles del significado que tuvo el tren para el desarrollo comercial de los vinos de La Mancha, hablamos también con el historiador Vicente Torres, que  nos desvela la figura histórica del Marqués de Mudela.

Víctor nos cuenta que el Marqués de Mudela fue un pequeño comerciante vasco que emigró a Madrid. Aprovechó para formar parte de la esfera política llegando a tener gran influencia en la desamortización y venta de tierras en La Mancha. «Fue muy importante para La Mancha porque, al contrario que otras personas que compraban tierras, él se dedico a modernizar las que adquiría», afirma Víctor.

Además, estuvo muy pendiente del ferrocarril, adquiriendo tierras en localidades aledañas a donde pasaba. «Supo adelantarse a transformar las bodegas. Por ejemplo, en Santa Cruz de Mudela consiguió hacer una bodega de más de cuatro hectáreas. En ella, incorporó la madera para hacer vinos de gran calidad  con su marca propia, MM«.

¿Quieres saber más sobre el pionero en el desarrollo de la industria vinícola en La Mancha? ¡No dudes en clickear en el vídeo!